En Auditest identificamos, analizamos y cuantificamos el valor en todas sus vertientes en el contexto de operaciones corporativas, due dilingences, reestructuraciones, o disputas. Asimismo, aportamos un sólido asesoramiento independiente en todo tipo de valoraciones por cuestiones regulatorias.En toda valoración de empresas debemos tener en cuenta que valor no es siempre lo mismo que precio. Valor es el resultado de la aplicación de una metodología para su determinación. Dicho resultado debe basarse en un enfoque lo más objetivo posible y queda representado en una opinión sustentada técnicamente. Por precio se entiende como el importe efectivamente pagado, determinado como resultado de una negociación libre entre partes.
Valorar una empresa, con independencia del método de valoración elegido, es un proceso en el que se cuantifican los elementos actuales que constituyen el patrimonio de la empresa, la posición competitiva que ostenta dentro de su sector y las expectativas futuras de generación de riqueza que sean susceptibles de ser estimadas.
Mediante este análisis se determinarán los elementos creadores de valor y se podrá concretar un rango de valor, que será una opinión fundamentada de lo que puede valer la empresa en cuestión.
En Auditest somos conscientes que la valoración de una empresa es un trabajo técnico y requiere tener amplios conocimientos financieros, y que a su vez, para realizar una correcta valoración, se debe conocer en profundidad el modelo de negocio de la empresa, su estrategia, entender su mercado y dónde están sus elementos de creación de valor.
Al realizar una valoración, se analiza cada una de las líneas de negocio de la empresa, lo que permite conocer qué áreas del negocio están generando mayor o menor valor o son más o menos rentables para la empresa. También se discrimina entre las distintas zonas geografías donde la empresa presta servicios, (teniendo siempre en cuenta los costes de transferencia), lo que permite tomar decisiones estratégicas de expansión.
Por otro lado, puede resultar interesante valorar únicamente activos de la empresa de cara a inversiones o desinversiones, como podría ser el caso en valoración de activos inmobiliarios o de valoración de activos financieros.
A la hora de comprar o vender una sociedad es fundamental conocer su situación patrimonial, legal, fiscal, laboral, procesal, etc., con la finalidad de poder realizar una correcta valoración de dicha sociedad. Es por ello por lo que ponemos en marcha el proceso de Due Diligence.
En el contexto actual, con un mercado cada vez más globalizado, establecer de manera formal la planificación estratégica resulta fundamental tanto para el presente como para futuro de cualquier empresa, al proveer una visión de cómo se pueden realmente alcanzar las metas y objetivos establecidos.
Por ello, empresas realizan constantes inversiones con el objetivo de buscar un crecimiento futuro. Ya sea decisiones de inversión en activos, nuevas instalaciones, nuevos canales de distribución, etc., se debe tener en cuenta la valoración de la empresa. De esta forma, se podrá priorizar aquellas inversiones que, según la valoración de la empresa, van a generar más valor a futuro. Si una parte del negocio podría pagarse en el mercado a mayor precio que otra, a priori, deberíamos pensar en dar prioridad al negocio que genere mayor valor.
A través de la valoración se determinarán los elementos creadores de valor y se podrá concretar un rango de valor, que será una opinión fundamentada de lo que puede valer la empresa en cuestión. Esta opinión resulta clave en conflictos entre partes al incorporarse a una nueva dinámica negociadora, después de no haber llegado a un acuerdo entre las partes.
En ocasiones, las empresas necesitan mayor financiación para llevar a cabo algunos proyectos de crecimiento, lo que requiere renegociar los términos de la deuda ya contraída o incluso restructurarla. Las proyecciones financieras incluidas en la valoración, permiten una negociación con las instituciones financieras, en base a un ejercicio realista de proyecciones futuras.
Las valoraciones para la búsqueda de financiación soportada por activos, tanto de activos intangibles y acciones, puede proporcionar nuevas vías de acceso a la financiación, para ello resulta fundamental llevar a cabo valoraciones periódicas de activos con el fin de confirmar que se cumplen los términos de los contratos de financiación que se formalicen.
Algunas empresas buscan implementar planes de reparto de acciones a empleados, como forma de retribución y de motivación. Realizar una evaluación completa de la empresa es lógicamente un paso imprescindible para determinar el plan de reparto o venta de acciones.