Un estudio de Kantar Millward Brown revela que la recuperación de la confianza de la población en el mercado español sigue una trayectoria positiva.
Aunque la recuperación de la crisis económica ha sido más lenta de lo esperada, parece que ya comienzan a notarse atisbos de optimismo entre la población. La inestabilidad política y social que ha reinado en nuestro país en los últimos años ha propiciado, en parte, el estancamiento del consumo y de la inversión.
No obstante, parece que las aguas vuelven, poco a poco a su cauce y así lo demuestran las cifras ofrecidas por un estudio de Kantar Milward Brown. En él se constata el crecimiento del Índice de Comportamiento del Consumidor que alcanzó, a finales de junio, el punto más elevado desde mediados de 2008, con un valor de 6,2.
Junto a ello, se revela un descenso a mínimos de la inquietud sobre la estabilidad del propio empleo consolidándose así un clima de confianza. Un 76% de los españoles opina que hay pocas o ninguna posibilidad de perder el empleo en los próximos meses, un 11% considera que hay algunas y solo un 5% opina que tiene muchas o bastantes posibilidades de perderlo.
El optimismo prevalece de cara al futuro con el 13% de los españoles creyendo que la recuperación ya se está iniciando y va a empezar a crearse empleo y la reducción del número de personas que opinan que la recuperación está lejos, alcanzando el 42% de la población, mientras que crece la confianza en que la recuperación comience a notarse en los próximos meses (20%).
En lo que a consumo respecta, la trayectoria es positiva y tiende al incremento moderado de los niveles de consumo. En el segundo trimestre de 2018, ninguna categoría baja en intención de consumo respecto al periodo anterior y 6 categorías entran en el terreno positivo respecto al primer trimestre, con un mayor porcentaje de consumidores que opinan que es buen momento de adquirirlas: ordenadores, grandes electrodomésticos, dispositivos móviles, seguros de vida o vivienda, videojuegos y muebles.
No obstante, son los productos y servicios de elevada implicación como coches, largas vacaciones, contratación de préstamos o hipotecas los que todavía no logran el favor de los consumidores que todavía opinan, en su mayoría, que es un mal momento para adquirirlos.
Artículo escrito por: marketingdirecto.com