Así lo consideran José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica; José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia; Josu Jon Imaz. consejero delegado de Repsol y Rafael del Pino, presidente de Ferrovial, que participaron en la mañana del jueves en el Foro Tendencias España 2019, organizado por EL PAÍS y la consultora KREAB, patrocinado por Ferrovial y Telefónica. El debate ha contado con la presencia del Rey Felipe VI.
Según Pallete, España ha hecho los deberes tras la crisis tanto con las reformas llevadas a cabo desde el ámbito legislativo como con las medidas internas adoptadas por las empresas para aumentar la competitividad, lo que ha propiciado un crecimiento económico por encima de la media de la UE.
No obstante, el máximo directivo de Telefónica indicó que, aunque la economía española esté preparada para una cierta desaceleración “hay que estar atentos fuera para no perder lo creado», y emplazó a mantener las reformas y “la estabilidad y la previsibilidad jurídica”.
Imaz coincidió con su homólogo de Telefónica en pronosticar que los factores de riesgo para el crecimiento provienen del exterior, especialmente por la subida de tipos en Estados Unidos y la política que pueda adoptar el Banco Central Europeo (BCE), pero sugirió que no se hable de la desaceleración económica tan insistentemente, por el riesgo de que se convierta en «una profecía autocumplida”.
El directivo de Repsol resaltó que, aunque los españoles no tengan una buena concepción de sí mismos, España “es un país fiable” para los inversores, como comprueba la propia multinacional en su día a día, ya que está presente en 28 países. Sin embargo, pidió que esta buena situación “no sea un argumento para no seguir mejorando las cosas”. «No debemos pasar del autoflagelo a la autocomplacencia», concluyó.
Tanto Pallete como Rafael del Pino calificaron de “sorprendente” la incertidumbre que existe en torno al Brexit, cuando a pocas semanas de que se cumpla el plazo de la salida de la UE del Reino Unido no se conocen las condiciones de la desconexión.
Del Pino valoró que las empresas españolas «han mejorado mucho en los últimos años» y son competitivas. «Tenemos que preservar nuestras bases de competitividad», añadió, al tiempo que instó al Gobierno a apoyar el desarrollo de las empresas en el exterior, “intentando no poner trabas fiscales».
El presidente de Bankia alabó que la prima de riesgo española cada vez se diferencia más de la italiana, prueba de la fortaleza de la economía española, e instó a preservar la estabilidad y el rigor presupuestario, porque la deuda pública es el mayor factor de vulnerabilidad.
Como ha hecho en otras ocasiones, el presidente de Bankia insistió en que el Estado debe abordar la privatización de la entidad, porque la banca pública “como instrumento de política económica es un error”. No obstante, precisó que este no es el mejor momento para acometer la operación, puesto que los mercados están castigando a los bancos, que se han dejado un 15% en el Eurostoxx 50. “Una cosa es tacticismo y otra es finalismo”, indicó.
Goirigolzarri defendió el rescate de Bankia “porque fue un rescate de los depositantes, no de ningún banco”, en el que perdieron los bonistas y los accionistas, y añadió que “si no se hubiera llevado a cabo, la factura sería de 60.000 millones, en lugar de 20.000 millones”, sentenció.
Artículo escrito por: El País