La economía metropolitana de Barcelona ha dejado atrás lo peor de la crisis económica. Aquellos años en los que proliferaban las naves industriales vacías en los polígonos y las cifras de paro se disparaban mes tras mes ya son historia. Los indicadores de crecimiento vuelven a ser de color verde, y el paro se sitúa por debajo del 10% por primera vez desde la recesión económica. Concretamente alcanzó el 9,8% en el tercer trimestre del 2018. El reverso es que la creación de ocupación desde la recuperación de la crisis va acompañada de unos sueldos más bajos y mayor precariedad.
El salario bruto real (una vez descontada la inflación) sigue siendo un 5% inferior al que había en el 2010, aunque muestra una ligera tendencia ascendente en los dos últimos años, según un informe de evolución socioeconómica en el área metropolitana de Barcelona, realizado por primera vez de manera conjunta entre la Cambra de Comerç de Barcelona y la agencia de desarrollo económico del Área Metropolitana de Barcelona (AMB).
La evolución salarial es uno de los indicadores más llamativos del informe, en el que se recoge también que, además de unos salarios más bajos, los contratos ofrecidos son de peor calidad. El 39,8% de los contratos son inferiores a un mes, y el 17,4%, de entre uno y seis meses. Sólo el 15% son indefinidos, mientras que más de la mitad de los contratos tienen una duración inferior a los seis meses.
Miquel Valls el presidente de la Cambra, destaca que en los dos últimos años la tendencia de los sueldos ha sido al alza y considera que la subida del salario mínimo interprofesional puede hacer que este año siga creciendo más. Valls confía en que “en un periodo no muy largo se recupere el salario medio previo a la crisis”. Para que eso se produzca será fundamental que a las empresas les vaya bien, y así parece que ya está siendo por lo que se deduce de la encuesta del clima empresarial en el área metropolitana.
El 2018 fue el cuarto año seguido en el que los empresarios respondían afirmativamente a la buena marcha de los negocios. Lo reconocían los de compañías de todos los tamaños, tanto grandes como pequeñas. La principal preocupación para los encuestados, pertenecientes a la economía metropolitana de Barcelona, es la debilidad de la demanda, aunque cada vez menos, porque notan un aumento del consumo.
La preocupación que más crece ahora en economía metropolitana de Barcelona es la falta de personal con la cualificación adecuada. Supone una limitación para la actividad del 17% de los empresarios encuestados. Con los resultados del informe en la mano, el vicepresidente de Desarrollo Social y Económico del AMB, Jaume Collboni, se comprometió a seguir impulsando la formación profesional, “la gran olvidada”, según Collboni, “que puede dar respuesta a la mayoría de esas necesidades”. De hecho, tiene una tasa de inserción laboral del 60% y unos salarios nada desdeñables.
Eso sí, aunque la formación profesional cada vez es más variopinta, hay una falta de igualdad entre hombres y mujeres evidente. Especialidades como imagen personal y servicios a la comunidad están copadas por mujeres, mientras que electrónica, instalación y mantenimiento tienen una presencia femenina prácticamente nula. La diferencia también existe en los salarios. El sueldo medio anual de los hombres es de 31.003 euros, mientras que el de las mujeres se queda en 23.563.
Lo que sí afecta tanto a hombres como a mujeres es el cambio del mercado laboral, que está virando hacia los servicios a la producción, un sector que aumenta considerablemente y ya representa el 35% de las empresas instaladas en la economía metropolitana de Barcelona. A la vez, la industria tradicional está bajando, así como el comercio, la restauración y la hostelería.
Con todo, la gran revolución la está provocando el sector de las tecnologías de la información y la comunicación. El número de trabajadores ha crecido un 32,5% entre el 2014 y el 2018. En el mismo periodo, la ocupación total ha crecido la mitad, un 17,6%. Ya hay 78.422 trabajadores, que representan el 5,3% del empleo en el economía metropolitana de Barcelona. El fuerte crecimiento del sector TIC tiene una relevancia especial en el ámbito metropolitano y más propiamente en Barcelona ciudad, donde se concentra el 74% del total de estos trabajadores.
El documento de análisis metropolitano presentado ayer también pone en valor la importancia económica de Barcelona y los 36 municipios que conforman su área de influencia más inmediata. Esta zona es responsable del 51% del PIB catalán, y el PIB per cápita es un 20% superior a la media de Catalunya y un 24% más que la media de la Unión Europea. Eso sí, cuando se acerca el foco se encuentran diferencias importantes entre los 36 municipios. El salario medio de Sant Cugat es el doble que el de Santa Coloma de Gramenet, y las diferencias se ensanchan con el paso de los años en lugar de acortarse
Fuente: La Vanguardia