Expectativas de la economía española
Si prestamos atención al gráfico adjunto y observamos la evolución del índice, no tardamos en advertir que todavía se encuentra lejos del mínimo marcado en abril de 2009 (-21,7%), poco después del comienzo de la recesión (durante el último semestre de 2008 el PIB registró un decrecimiento continuado).
En el gráfico se pone de manifiesto la violencia con la que ha caído durante estos dos últimos meses: motivo suficiente para permanecer alerta, al que se le suman los dos meses consecutivos de descensos y el hecho de que el índice se haya situado en mínimos que no se veían desde 2013. Sin contar con que este declive ha sido generalizado, afectando a la mayoría de las ramas.
Los analistas de Bankia afirman que el principal lastre de la industria es la demanda externa. Razón que no es de extrañar vistos los acontecimientos que suceden en el plano económico internacional (Guerra comercial, Brexit, recesión italiana, desfallecimiento económico de la eurozona, mercados emergentes, etc.). Sin embargo, comienzan a preguntarse si este debilitamiento de la actividad industrial se debe a factores transitorios o si anuncian una nueva fase en el ciclo económico. Sin duda, requiere una estrecha vigilancia durante los próximos meses.
Mientras tanto, el IBEX 35 nos ha dejado otra semana en rojo. El selectivo ha perdido los 9.900 puntos, justo cuando parece que rebota a la baja en la resistencia del canal bajista que está dibujando desde mayo de 2017. Existe un soporte importante en la zona de los 8.700 puntos.
En este escenario nos movemos y, con este trasfondo, el INE hace públicos el próximo viernes los datos de IPC correspondientes al mes de enero. Debemos reseñar que el informe preliminar de inflación de enero muestra una variación interanual del 1%, dos décimas por debajo de la tasa de diciembre de 2018. En cuanto a la variación mensual, se situó en el -1,3%. Dicho de otro modo, menor presión inflacionista que apuntala la teoría de una menor actividad económica.
Fuente: Murcia Economía