El amago de Abanca de lanzar una por Liberbank irrumpió en las negociaciones entre el banco asturiano y Unicaja para su fusión, pero el paso atrás que dio al final el grupo gallego ha dejado el camino libre para cerrarla. Una vez culminada la revisión contable (due diligence) de cada una de las entidades, Unicaja y Liberbank se sentarán a discutir la ecuación de canje; es decir, el peso y reparto de poder en el futuro banco común.
Aunque en el entorno de ambos grupos recuerdan que Abanca nunca hizo una oferta en firme y que se trata de una negociación seria y de buen entendimiento, se antoja difícil que puedan obviar del todo la oferta informal de la entidad gallega, que ofrecía 0,56 euros en efectivo por acción tras conversar con algunos de los accionistas de referencia de Liberbank.
La fusión de Unicaja, con 57.504 millones en activos, y Liberbank (39.227) dará lugar al sexto banco del país (96.731). Por la aportación de cada uno, Unicaja ostentaría el 60% y Liberbank el 40%. Sin embargo, este porcentaje variará tras analizar la due diligence y un promedio de la cotización en Bolsa de cada banco durante un periodo acotado. Así, se apuntan a un reequilibrio hacia el 45% para Liberbank y el 55% para Unicaja.
Liberbank, además de su mejor pulso comercial, podría intentar hacer valer ahora el interés que despierta, como quedó evidenciado con el acercamiento de Abanca, para defender un canje más favorable. Más aún de cara a los accionistas, que tendrán en mente el precio ofrecido por Escotet.
Unicaja, sin embargo, defiende que la fijación de la ecuación se limite a los fundamentales financieros. Pero además, y como ya informó ABC, defenderá que la cotización bursátil que se compute sea de varios meses anteriores al pasado diciembre, cuando se desveló la negociación, lo que desvirtuó la cotización de ambos grupos.
Las negociaciones entre Unicaja y Liberbank no comenzarán hasta mediados de mes, cuando se prevé que estén listas las revisiones contables. Este retraso hará que la fusión no pueda someterse a la votación de las juntas ordinarias de ambos grupos de finales de abril, lo que les obligará a convocar unas extraordinarias, previsiblemente en mayo.
Lo que no se descarta es que si la fusión no prospera, Abanca vuelva a la carga, pues su dueño, Juan Carlos Escotet, insiste en crecer con compras. Las conversaciones entre Abanca y algunos accionistas de Liberbank ya estaban muy avanzadas, el banco gallego había ofrecido una revisión de sus estados hecha por EY y si no hizo una oferta final, que no una opa, fue porque en diez días no tenía tiempo para hacer la due diligence.
Fuente: ABC