El banco central de EE.UU. empieza a examinar el impacto de la confrontación entre bloques sobre el crecimiento.
La Reserva Federal sigue “muy de cerca” las implicaciones que la escalada de la tensión comercial puede tener en la economía de Estados Unidos. “No sabemos cómo ni cuándo se resolverá”, advirtió el presidente del banco central estadounidense, Jerome Powell.
El temor, como refleja desde hace varias semanas el mercado de bonos y Wall Street, es que la guerra arancelaria con China, que Trump amenaza con extender a México, pueda frenar el crecimiento y llegar hasta el extremo de provocar una recesión.
La declaración de Powell fue breve, antes de pronunciar un discurso más amplio en una conferencia en Chicago. Pero suficiente para advertir sobre la apertura de un nuevo frente, especialmente significativo: México se mantiene como el principal socio comercial estadounidense en el primer tramo de 2019.
Es, sin embargo, el reflejo más claro hasta la fecha de que el comercio es un riesgo. Powell tampoco hizo referencia a valorar si la política actual es apropiada ni repitió el mensaje de “paciencia” que hizo en otras declaraciones públicas.
Sí lo expresan otros miembros. Charles Evans, presidente de la Fed de Chicago, asegura que la economía rinde con solidez aunque admite que la incertidumbre es “algo más alta por la discusión de los aranceles”. “El mercado anticipa algo que no vemos”, señala, para insistir en que prestan atención a esta dicotomía. La baja inflación, añade, da margen para reorientar la política si fuera necesario.
Estas garantías de la Fed, con las que prácticamente abre la ventana a una eventual rebaja de tipos, fueron aplaudidas por Wall Street. Los índices Dow Jones y S&P 500 subían a media sesión un 1,8% mientras que el Nasdaq lo hacía un 2,3%. El tipo del bono del Tesoro estadounidense a 10 años rondaba el 2,1% mientras que el dólar se mantenía estable.
En Europa, los mercados cerraron con incrementos del 1%.
El frente comercial no es el único punto de incertidumbre para los inversores y las empresas, como señala Mary Daly desde la Fed de San Francisco. Cita la moderación del crecimiento en la economía global y el proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea. Pese a ello, considera también que la economía de EE.UU. está bien situada. “La política de paciencia es la adecuada”, opina.
Fuente: El País