Solo el 48% de los autónomos españoles se irá de vacaciones este verano, según la última encuesta de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA).
De este porcentaje de “privilegiados”, muchos se plantean si seguir pagando la cuota mensual de autónomos durante el periodo que no trabajan.
Y es que a diferencia de un trabajador por cuenta ajena que durante las vacaciones sigue percibiendo su salario, el autónomo al ser dueño de su propio negocio cuando no trabaja no factura y, por lo tanto, no ingresa.
Los autónomos pueden darse de alta y de baja de la Seguridad Social hasta tres veces al año, excepto los que se benefician de la tarifa plana, porque la perderían al realizar la baja.
Por tanto, darse de baja durante el periodo de vacaciones es una opción no solo posible, sino rápida y gratuita (puede hacerse online y apenas hay que dedicar un par de minutos), de forma que el trabajador por cuenta propia puede ahorrarse fácilmente pagar la cuota de autónomos. ¿Pero sale a cuenta?
Los expertos no lo recomiendan, ya que cada periodo de baja en la Seguridad Social es un periodo no cotizado.
A los autónomos no se les aplica lo que se llama unificar lagunas de cotización, como sí ocurre con los trabajadores por cuenta ajena.
En otras palabras, 11 meses cotizados son 11 meses cotizados, no un año, y al final el cómputo total para la jubilación puede no resultar positivo.
Es decir, si un autónomo que durante 25 años se haya dado de baja un mes cada año por las vacaciones, no ha cotizado realmente 25 años, sino 22 años y 11 meses. “Y cuando llegue el momento de jubilarse le pueden faltar meses”, alerta la ATA.
Y no solo darse de baja durante el mes de vacaciones afecta a la jubilación futura; también a las bajas por enfermedades comunes o profesionales. “Un autónomo que no está cotizando no percibirá ninguna prestación, ni de viudedad, ni orfandad, entre otras”, advierten desde la asociación de autónomos.
Fuente: La Vanguardia.