El desempleo en España ha sido uno de los que más se ha reducido los últimos meses, pero aún queda muy lejos de converger con la realidad de los países de su entorno.
Con un 13,6% de la población activa, la tasa de desempleo en España el pasado mes de mayo era más del doble de la que presenta la media de los 28 países que componen la Unión Europea o, si se compara con los 19 de la zona euro, un 81,3% más que la media.
Según los datos de Eurostat, la desigualdad entre los países que componen la Unión Europea es más que patente ya que la diferencia entre la República Checa, con una tasa de solo el 2,2%, y Grecia, donde el desempleo supera el 18% es de nueve veces.
República Checa y Grecia son los dos extremos, pero la brecha laboral que separa a países como Alemania o Reino Unido de España es muy relevante.
La tasa de desempleo en España es cuatro veces superior. Tres de las cinco grandes economías de la UE (España, Italia y Francia) superan la media.
Desde el punto de vista del mercado laboral, la mejora entre los países europeos ha sido general en el último año.
En 23 de los 28 países cayó, se mantuvo estable en Austria y creció en Dinamarca, Luxemburgo, Polonia y Suecia. Precisamente en los países donde más elevada es la tasa de desempleo es donde desciende a mayor velocidad.
Tomando los meses de marzo como referencia, en el último año, Grecia lideró la caída del desempleo al rebajarlo del 20,2% al 18,1%. España, por su parte, lo redujo del 15,4% al 13,6%.
Las estadísticas se centran además en el desempleo juvenil en Europa, un grupo que tiene más dificultades que otros para encontrar trabajo y donde nuevamente España destaca tanto por el volumen de trabajadores de entre 15 y 25 años que no encuentran empleo como por la proporción que este grupo representa entre ciudadanos de su misma edad.
Unos 500.000 jóvenes españoles, casi uno de cada tres, no encuentra trabajo lo que supone más del doble de la media europea, que es el 14,3%. En este caso, Eurostat no ofrece datos sobre Grecia, donde la tasa alcanza el 40%.
Las economías con un mayor peso del sector industrial son en este sentido claras ganadoras frente a las que se apoyan en los servicios. Alemania cuenta con una de las tasas de paro juvenil más bajas de Europa, que es tres veces inferior a la española.
Fuente: El Mundo.