Bruselas cree que las dinámicas nacionales sustentarán la economía europea en su conjunto, a pesar del lastre que siguen suponiendo los elementos de incertidumbre a escala mundial.
En la confianza de que muchas de estas incógnitas habrán desaparecido y que el Banco Central Europeo mantendrá su política “acomodaticia” con el crédito, la Comisión cree que el crecimiento puede volver a dinamizarse el año que viene.
En el caso de España, la Comisión empeora sus propias previsiones y las del Gobierno sobre déficit pero mantiene las de crecimiento.
Por lo que respecta al PIB, la Comisión mantiene sus proyecciones de crecimiento del PIB en el 2,1% -el Gobierno espera un avance del 2,2% este año – para este año y en el 1,9% para el próximo, frente al avance del 2,6% registrado en 2018, con lo que la economía española seguirá creciendo por encima de la media de la Eurozona pese a la ralentización.
En cuanto al déficit, la Comisión cree que este año será del 2,3% este año y 2,0% el que viene, ligeramente por encima de lo que había previsto el ejecutivo comunitario y tres décimas por encima del 2% que prevé el Gobierno en 2019 y del 1,1% que proyecta para 2020.
En cualquier caso, España saldrá este semestre del procedimiento de déficit excesivo, después de una década de turbulencias.
El comisario de economía Pierre Moscovici dijo que esperaba que las exportaciones españolas tomarán el relevo del consumo interior, que se ha debilitado en los últimos meses.
De todos modos, por lo que respecta a España, la Comisión reconoce que sus previsiones no han tenido en cuenta el Plan de Estabilidad que envió el Gobierno la semana pasada, por lo que no puede haber tenido en cuenta sus posibles consecuencias.
Fuente: ABC